REGENERACIÓN POLÍTICA
Cada cierto quinquenio la política española renueva su liderazgo con actores jóvenes y frescos. En nuestro país, no renovamos desde hace 3 décadas aproximadamente y seguimos con más de lo mismo.
PUBLICADO: 2018-07-22
Foto: El Mundo (2018)
El día de ayer, el Partido Popular (PP) de España ha celebrado su XIX Congreso para elegir su nuevo Comité Ejecutivo Nacional, resultando elegido Pablo Casado, joven abogado de 37 años como presidente del PP.
Analizando la elección interna celebrada ayer en Madrid, pasamos a evaluar las edades de los líderes de los principales partidos políticos españoles; siendo el más longevo el actual presidente del gobierno de España y líder del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Pedro Sánchez que tiene la edad de 46 años. Pedro reemplazó a José Luis Rodríguez Zapatero y Alfredo Pérez Rubalcaba en el liderazgo del PSOE, cuando tenía la edad de 41 años y mostrando una imagen joven, moderna y renovadora.
En cambio, Pablo Casado, el flamante presidente del PP, reemplaza en el liderazgo nada menos que a Mariano Rajoy, ex jefe del gobierno español y ex presidente del PP. Pablo llega al poder de los populares con una imagen muy fresca y juvenil, dándole nuevos aires a las políticas gubernamentales de derecha que piensa realizar el PP para recuperar La Moncloa.
Por su parte, Albert Rivera (38 años) y Pablo Iglesias (39 años), fundadores de sus partidos políticos Ciudadanos y Podemos respectivamente, han llegado a la política española como una tercera opción ante los partidos políticos tradicionales (PP y PSOE). Las 4 fuerzas políticas mencionadas tienen representación en las Cortes Generales, Comunidades Autónomas y en los Ayuntamientos.
En este escenario, podemos deslucir que los 4 líderes principales de la política española son menores de 50 años, siendo 3 de ellos menores de 40 años; mostrando una regeneración política ante el fracaso y/o desconcierto o desaciertos de los líderes tradicionales.
En nuestro país, los tres partidos políticos tradicionales, tienen líderes mayores de 50 años; es el caso del ex presidente Alan García que a sus 69 años sigue siendo el presidente y actual líder del Partido Aprista Peruano (APRA); mientras, que en el Partido Popular Cristiano (PPC), el flamante presidente Alberto Beingolea tiene la edad de 53 años; y, en Acción Popular (AP), el presidente Mesías Guevara tiene 55 años.
En este recuento no hemos considerado a Fuerza Popular (FP), ni Peruanos por el Kambio (PPK), ni a Nuevo Perú (NP); ya que, para nuestro entender no representan un opción de política partidaria sino una suerte de movimiento político; sin embargo, los líderes de estas agrupaciones reflejan que Keiko Fujimori (FP) tiene 43 años, Pedro Pablo Kuczynski (PPK) 79 años y Verónika Mendoza (NP) 37 años de edad. Se puede entonces decir que solo dos mujeres líderes en nuestra actual política son menores de 45 años, careciendo los demás partidos y movimientos de rostros frescos y jóvenes que demuestren una regeneración política.
Las actuales sociedades del mundo contemporáneo que vienen evolucionando constantemente exigen a las organizaciones políticas que renueven sus cuadros de forma organizada y bajo los parámetros de la institucionalización, para que estos nuevos cuadros puedan ser frentes ante las nuevas exigencias sociales y políticas que requiere de mucha responsabilidad, equilibrio y dinámica. Las ideas nuevas, demostrarán en las organizaciones políticas aires de frescura ante los programas de gobierno o directrices de acción que propongan cambios fundamentales como sociedad, sin ser necesario alejarse de la doctrina o ideología, lo transcendental aquí es dar frescura y posicionamiento a nuevos rostros y a las ideas partidarias con dotes de modernización e innovación.
La actual política peruana, no se renueva desde hace 3 décadas aproximadamente, seguimos viviendo liderazgo añejos, con experiencia positiva o negativa, pero sin frescura. Algunos han heredado el liderazgo paternalista, que opaca cualquier actitud propositiva; otros, han llegado con ideas de la antigua URSS, que para nuestros tiempos esas ideas están desfasadas; y otros, que han llegado muy tarde para el nuevo modelo que propone la política mundial de Trudeau, Macron, Sánchez y compañía.
Mientras que en España, se visionan los fortalecimientos de las corrientes políticas centradas en posiciones políticas con nuevos actores; en nuestro país, aún estamos lejos de generar cambios en las estructuras partidistas y muy lejos todavía de que los partidos políticos tradicionales presenten actores frescos e innovadores, que manejen un mejor discurso propia de la era, para no caer en el descontento y aburrimiento popular por la política nacional. Nuevos actores para nuevos gobiernos, sin improvisaciones, pero con preparación, eficiencia y eficacia.
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